jueves, 9 de marzo de 2017

Por ti padre

Resultado de imagen para escritores canarios


     Alonso Quesada, Domingo Rivero, Tomás Morales, Lázaro Santana, Dostoievski, Fray Luis de León, tu pasión por López Botas y otros.... Estos fueron tus penúltimos compañeros de viaje. Fueron tu pasión cuando el tiempo se puso de tu lado y te permitió el disfrute de lo que siempre quisiste y nunca pudiste. 
   Vocación autodidacta como Miguel Hernández, siempre te quedó el desconsuelo de ser humanista, me contabas tus clases con Joaquín Artiles, tus visitas a eruditos de la cultura canaria. Fuiste un humanista, aunque nunca se reflejara en un papel, pero no hace falta título para ser humanista. Te quedó la satisfacción de tus hijos, de los que presumías con orgullo diciendo  que eran auténticos humanistas, y ¿no te dio por pensar que eso lo heredamos de ti?
   Que tus libros, tu música, tus amigos pintores iban marcando el carácter de tus hijos humanistas y también de tus hijas que supieron apreciar lo bello. ¿Cuántas veces me recitaste el Yo, a mi cuerpo  de Domingo Rivero? haciendo tuyo el poema porque la edad te permitiía identificarte con los versos del aruquense. Vivías la poesía, la hacías tuya y fuiste capaz de contagiarme, contagiarnos, y te oíamos recitar versos de tus admirados poetas como Fray Luis,
¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruïdo,
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido;


      Los que te conocimos sabemos de tu anhelo por huir del mundanal ruido. Y ahora estás ahí descansando, acompañado de tus admirados e ilustres canarios para mi orgullo, nuestro orgullo, pasando de puntillas por la vida como siempre te gustó, como los poetas humildes, sencillos, que tenían en sus labios la palabra justa. No hace falta ser ilustre, no hace falta un nombre dorado y alabado. Solo hacen falta las acciones silenciosas, las que salen del corazón y de esas te sobraban...
      No te voy a decir adiós, porque sé que vas a estar en cada una de mis clases a partir de ahora, acompañándome, yo enseñándote mi pasión por los hispanoamericanos y tú  ayudándome con los escritores canarios.
       Hasta luego, padre.